Ayer iba por la calle y me cruce a una Japonesa y su pequeña hijita de seguramente 5 años, y me quede mirándola. Sentí algo raro por dentro. Ella se dió cuenta y me miró esperando que le dijera algo... y derrepente no sé, reaccioné y seguí.
Pero me hizo acordar al texto de Casciari Diario de amor durante una catástrofe, en la parte que dice:
-20 DE DICIEMBRE. Hoy estuve en el centro y vi, en plena peatonal, un grupo de personas rodeando a un negro, seguramente uruguayo. Lo abrazaban con dolor, le daban las condolencias y el pésame. Las señoras bien, que hasta el 24 de noviembre se cruzaban de vereda cuando veían venir a este negro, ahora lo persiguen y quieren tocarlo, como si estuvieran fotografiando a un koala.
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